Las enfermedades respiratorias constituyen un problema que afecta principalmente durante el invierno, cuyo contagio se da por virus presentes en el aire. Por ende, es necesario estar atento a sus manifestaciones para evitar dificultades mayores.
Si se analizan los factores de riesgo, se puede sostener que dentro del grupo de niños sanos, los más vulnerables son los menores de seis meses de edad y el pronóstico empeora si se trata de menores de tres meses. Existen factores preventivos importantes como alimentarlos con lactancia materna exclusiva, no exponerlos a contaminantes ambientales y, dentro de lo posible, no enviarlos a salas cuna.
Evitar el contagio de enfermedades respiratorias
Respecto a los niños que van al colegio y se exponen aún más a ser contagiados por compartir espacios comunes, el especialista recomienda:
- Evitar cambios bruscos de temperatura
- Abrigar bien el cuello y la boca al pasar de ambientes temperados a fríos
- Usar pañuelos desechables
- Lavarse bien las manos
Asimismo, enfatiza en lo importante que es tener una alimentación saludable con frutas, leche y agua, como también vacunarse contra la influenza.
Cabe precisar que los niños con enfermedades crónicas u otras patologías de base como el asma bronquial, la rinitis alérgica, cardiopatías y enfermedades autoinmunes (enfermedad reumática juvenil, lupus), son más propensos a tener cuadros respiratorios más graves.
¿Qué pasa cuando los padres son fumadores?
Un ambiente tabáquico claramente perjudica a los niños, pero muchos adultos ignoran que esto se condice con las enfermedades respiratorias.
En ese sentido, el Dr. Arancibia afirma que el niño que desde antes de nacer está expuesto al ambiente tabáquico, tiene desventajas frente a sus pares que no lo están. Dichas desventajas son un menor peso de nacimiento y, por consiguiente, el menor calibre de la vía aérea, factores que son determinantes para enfrentar de peor manera un ambiente ya suficientemente contaminado.
Si a esto se suma una mayor contaminación intradomiciliaria, la frecuencia de las enfermedades respiratorias y hospitalizaciones por esta causa, puede aumentar drásticamente.
Síntomas y complicaciones
Dentro de los síntomas que distinguen una enfermedad respiratoria se encuentran:
- Coriza (secreción de moco nasal)
- Fiebre
- Tos
- Respiración rápida
- Hundimiento de los espacios entre las costillas
- Dilatación de las alas de la nariz
- Rechazo a la alimentación
- Disminución de la actividad habitual.
Para evitar complicaciones, el pediatra sugiere que los padres no esperen más de 48 horas para consultar a un médico si un niño tiene tos y fiebre y/o dificultades para respirar, especialmente los menores de seis meses de edad.