El 21 de septiembre es el Día Mundial del Alzheimer, enfermedad cuyo origen aún no es exacto, pero que afecta principalmente a personas mayores, ya que mientras más edad tenga una persona, mayor es el riesgo de desarrollarla.
En Chile, el número de personas que desarrollan Alzheimer, ha aumentado en un 526% en los últimos 20 años, y se espera que la cifra siga aumentando.
Entre los factores que pueden gatillar el desarrollo del Alzheimer, Ludwig Codjambassis, neurólogo de Clínica Reñaca, parte de Bupa, identifica los siguientes:
- Genética: La probabilidad de tener Alzheimer es mayor si hay uno o más familiares que han desarrollado la enfermedad. También se ha determinado que algunos genes en el ADN pueden aumentar el riesgo de desarrollarla.
- Estilo de vida: El sedentarismo, tabaquismo, obesidad, problemas cardiovasculares o diabetes, son factores que facilitan el desarrollo de Alzheimer.
Pero más allá de estos factores, el neurólogo de Clínica Reñaca, parte de Bupa, nos revela algunos hábitos y actividades que ayudan a la prevención del desarrollo de Alzheimer, señalando que "por el contrario de los factores de riesgo, actividades como el ejercicio y la lectura pueden ser factores protectores".
Sobre los primeros síntomas, el neurólogo Codjambassis, advierte poner atención a los siguientes cambios:
- Al comienzo: Afecta partes del cerebro que controlan la memoria, lenguaje y funciones cognitivas.
- Problemas de lenguaje: El paciente presenta dificultad para recordar los nombres de objetos o personas que son familiares.
- Olvido: Dificultad para recordar hechos recientes.
- Actividades: El paciente comienza a tener problemas para realizar tareas que antes solían ser fáciles.
- Calidad de vida: A medida que la enfermedad avanza, los síntomas son más evidentes e interfieren con la calidad de vida del paciente y su capacidad de autocuidado.
Para advertir la presencia de Alzheimer en nuestros familiares o conocidos, la Alzheimer's Association ha creado una lista de señales de advertencia de esta enfermedad:
- Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana.
- Dificultad para planificar o resolver problemas.
- Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre.
- Desorientación de tiempo o lugar.
- Dificultad para comprender imágenes visuales y como objetos que se relacionan en el ambiente.
- Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o escritura.
- Colocación de objetos fuera de lugar.
- Disminución o falta del buen juicio.
- Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales.
- Cambios en el humor o en la personalidad.