Todas las personas, incluidos los niños, son propensos a tener efectos en su salud mental producto del Covid–19. Esto, debido a que está comprobado que una pandemia, y todo lo que ésta conlleva, genera estrés en la población. Y, aparentemente, los niños podrían estar expuestos a un mayor riesgo de consecuencias psicológicas. Su mundo es un universo que no controlan y éste se percibe inestable cuando las creencias con las que cuentan –los rituales de sus vidas junto a sus costumbres diarias– se ven alteradas.
"Las rutinas generan una sensación de seguridad en los niños. Saben qué esperar cuando llegan a casa del colegio, cuando se levantan, qué pasará durante el día, etc., lo que les facilita tener claro los límites, expectativas y ser consistentes", afirmó Andrea Cid Carreño, psicóloga de IntegraMédica, parte del grupo Bupa.
Por lo anterior, resulta clave que, frente a situaciones difíciles, como la separación de los padres, duelos o una pandemia, se procure mantener ciertos hábitos. Esto ayudará al menor a sentirse seguro y saber qué esperar. Así, afrontará de mejor forma los cambios y se podrán generar hábitos saludables.
¿Cómo hacerlo? La especialista sostuvo que los adultos del hogar deben llegar a acuerdos sobre horarios de sueño, comida, trabajo y ocio, y ver cómo ajustar la agenda. "Es bueno anticiparle a los niños sobre estos cambios, cuáles van a ser los horarios y reglas que van a tener de ahora en adelante, en el contexto de pandemia, y respetarlos. Los niños más pequeños, que aún no manejan el reloj, se ven beneficiados si se les habla de acciones concretas, por ejemplo: "Después que tomes tu leche, leeremos un cuento, te lavas los dientes, nos abrazamos y a dormir", explicó la psicóloga.
Además, la experta parte de Bupa agregó que se pueden usar palabras como "Cuando" y "entonces". Por ejemplo: "Cuando termines tu tarea, entonces puedes ver la televisión".
Acciones simples que marcan la diferencia
Para asegurarse que el hogar funcione en las mañanas, todos necesitan saber qué es lo que debe estar listo para el día siguiente. La psicóloga de IntegraMédica entregó los siguientes consejos:
• Preparar la mayor cantidad de cosas la noche anterior.
• Despertar de forma alegre y positiva.
• Desayunar siempre.
En las tardes, recomendó que el menor esté supervisado por un padre, adulto o adolescente responsable:
• Establecer horario de almuerzo, recreo, tareas y descanso.
• Hacer las tareas antes de ver televisión.
• Los niños necesitan su siesta o "tiempo de descanso", donde no estén conectados, para que así su cerebro descanse de los estímulos y tengan la oportunidad de desarrollar conexiones neuronales mediante el sueño, el juego o la lectura.
• La once o cena debe hacerse en familia en cuanto sea posible, para compartir experiencias del día, emociones y temores. Todos deben ser alentados a participar, y dejar de lado las críticas y comentarios negativos.
En las noches, los niños necesitan un horario estable de sueño. Existen rituales nocturnos que ayudan a conciliar el sueño, como leer un cuento, conversar o cantar. La psicóloga indicó evitar juegos activos como cosquillas, correr y saltar.