El 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Niño Prematuro, hito creado para generar conciencia sobre lo que significa el nacimiento de bebés antes de su edad óptima de gestación. En Chile, esta fecha cobra especial relevancia, ya que, según el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, la prematurez es la primera causa de mortalidad infantil, por lo que resulta clave informarse y saber qué hacer para prevenirla.
"Un recién nacido se considera de término si nace después de las 37 semanas de gestación, cuando ya pueden respirar, alimentarse y regular su temperatura corporal por sí solo. Pero si un niño nace de 36 o menos semanas, ya se considera prematuro, habiendo diferentes categorías según la edad y peso de nacimiento", explica el doctor Sebastián Muñoz, neonatólogo de Clínica Bupa Santiago.
Tipos de prematuros
● Tardío: entre las 34 y 36 semanas de gestación. Pueden presentar problemas de termorregulación, hipoglicemia, mayor riesgo de infecciones e ictericia - coloración amarilla en la piel, mucosa u ojos-, así como más dificultad para ganar peso. Puede que no necesiten hospitalización, pero sí observación médica por 3 o 4 días y controles más estrechos.
● Moderado: entre las 32 y 34 semanas. Requieren incubadora, pueden tener problemas respiratorios, infecciones, dificultades de regular su temperatura y su equilibrio del metabolismo interno. Pueden tener complicaciones graves, tanto respiratorias como digestivas, neurológicas o cardiocirculatorias.
● Extremo: menor a 32 semanas. Tienen un elevado riesgo de muerte y de sobrevida con secuelas de mayor compromiso funcional (parálisis, alteraciones visuales o auditivas). Sin embargo, es importante dar esperanza a las familias, ya que hoy es mucho más lo que podemos hacer desde el punto de vista médico.
"El nivel de cuidado que requieren es proporcional a la inmadurez; a menos edad gestacional, mayor es el riesgo de muerte y secuelas, por lo que necesitan cuidados más complejos. Por eso, es recomendable que nazcan en un centro de salud especializado, con insumos y equipos que favorezcan su adaptación fuera del útero, así como equipos interdisciplinarios y capacitados para su manejo", dice el experto.
Apoyo familiar
El doctor releva la importancia que la mamá de un niño prematuro tenga apoyo importante de su pareja y familia directa, como padres o hermanos. "Existe un duelo que se vive en forma importante en las primeras semanas; que tiene que ver con que el parto no fue como se imaginaba, se le debe separar de la mamá, el uso de ventilación. Es un período fuerte y estresante, por lo que la madre necesita una importante contención emocional. Fortalecer las redes de apoyo es clave, porque muchas veces hay que cuidar más hijos y un niño prematuro exige tiempo y dedicación", sostiene.
Según el especialista, cuando ya es dado de alta, debe haber un seguimiento médico para vigilar el adecuado desarrollo. "Es fundamental cuidar la nutrición y controlar los problemas posteriores a la prematurez, como la displasia broncopulmonar y las infecciones respiratorias. Asimismo, es importante la estimulación neuro sensorial y motora, así como el seguimiento con kinesiólogos, y fonoaudiólogos", explica el doctor Muñoz.
Cómo prevenir la prematurez
Desde la óptica médica, para que los embarazos lleguen a término, la clave está en que sean planificados y controlados, evitando los extremos de la edad fértil. "Ojalá preparar la salud de la mamá y detectar patologías de riesgo, como hipertensión, problemas de tiroides, de coagulación o déficit nutricionales. Una buena planificación, junto con controles responsables disminuyen en gran medida la prematurez. No obstante, es importante dar esperanza a las familias que están pasando por esto, ya que es mucho más lo que podemos hacer hoy desde el punto de vista médico por el futuro de estos niños", sostiene el neonatólogo.