Un porcentaje importante de niños nace con una patología llamada fimosis, que es una estrechez en el prepucio que impide descubrir el glande. Con el paso del tiempo, esta condición tiende a desaparecer, pero hay un grupo de niños en los que esto no ocurre, por lo que se hace necesario programar una circuncisión, que es la resección quirúrgica de parte del prepucio.
"La fimosis es una situación normal en los lactantes y niños pequeños, pero a medida que crecen, esto va cambiando y alrededor de los cuatro años lo normal es que ya puedan descubrir completamente su glande. Si esto no sucede, o si se han producido infecciones repetidas, es aconsejable realizar esta intervención quirúrgica", explica la cirujana pediátrica y neonatal Alicia Ebensperger, de Clínica Bupa Santiago, quien señala que en ocasiones se puede intentar un tratamiento médico con cremas locales, pero si no es efectivo se decide la cirugía.
De acuerdo a lo que explica la especialista, la circuncisión es una cirugía ambulatoria y de bajo riesgo, que consiste en permitir la exteriorización del glande y del meato urinario, recortando la zona de piel estrecha y colocando algunas suturas para que cicatrice adecuadamente. "Esto permite realizar un aseo de modo más fácil y evitar infecciones locales como balanitis o infecciones urinarias. Es una cirugía ambulatoria, que se realiza con anestesia general y que dura aproximadamente una hora", detalla la doctora Ebensperger.
Respecto al post operatorio, se requiere reposo relativo y mantener aseos locales durante la primera semana, además de analgésicos durante dos a tres días; luego de esto, los pacientes retoman sus actividades habituales, ya que la recuperación es bastante rápida. Por ende, las complicaciones posteriores son poco frecuentes, entre ellas infección y sangrado.
"Es importante que los padres consulten si ven que su hijo está con estrechez, porque la recuperación de cirugía es mucho más fácil y rápida a temprana edad. Es normal que haya temores al respecto, ante lo que les damos un mensaje de tranquilidad y contención. En este sentido, en Clínica Bupa Santiago contamos con un equipo de primer nivel que acompaña a los niños y a sus familias en todos estos procesos", explica la cirujana pediátrica.