Bajar de peso después del parto puede demorar un buen tiempo, ya que el cuerpo está sometido a cambios hormonales y físicos, siendo el periodo de lactancia en el que las mujeres comienzan a recurrir a dietas y fármacos para recuperar su figura.
Según Lorena Borghesi, nutrióloga de IntegraMédica, el consumo de este tipo de medicamentos es poco aconsejable durante el periodo de lactancia, ya que "las sustancias o fármacos que se encuentran en la sangre de la madre pueden ser traspasados a la leche que recibe el hijo. Ninguno de los medicamentos disponibles actualmente y aceptados para el manejo del sobrepeso u obesidad han demostrado seguridad durante la lactancia, por lo que su uso en este período no es aconsejable".
Además, la nutrióloga explica que la pérdida de kilos varía en cada mujer, dependiendo del estado nutricional antes del embarazo, la cantidad de kilos ganados durante esta etapa, el tipo de alimentación de la madre, actividad física que realiza, el tipo y período de lactancia.
"Si se trata de lactancia exclusiva, se gastan entre 500 y 600 calorías al día para producir la leche. Esto equivale aproximadamente a dos horas de actividad física aeróbica. Mientras más tiempo se amamante, más exceso de peso se perderá", explica la nutrióloga.
Por esta razón, no es recomendable realizar dietas durante los primeros dos o tres meses después del parto, ya que "una baja de peso excesivamente rápida en el posparto, puede acentuar la debilidad y la fatiga (que son condiciones propias de este período), aumentar la pérdida de masa muscular y la deficiencia de vitaminas y minerales. Por lo tanto, si se realizan dietas desequilibradas pueden poner en riesgo la cantidad y calidad de leche producida", dice Borghesi.
Se debe consumir durante la lactancia
- Líquidos en abundancia, pero evitar los que contienen mucha azúcar: Esto favorece la producción de leche.
- Se deben priorizar las carnes magras como pollo sin cuero, posta, pavo, entre otros.
- Consumir pescados como salmón, atún, sardinas y truchas. Estos alimentos contienen aceites poliinsaturados, que favorecen el desarrollo neurológico del recién nacido.
- Las frutas y verduras deben ser consumidas idealmente crudas y con cáscara, para un mayor aporte de vitaminas y minerales.
- Lácteos que aportan calcio y proteínas, pero sin grasa en exceso, como leche descremada, yogurt dietético, ricotta y quesillo.
- Cereales integrados, en vez de refinados.
No se debe consumir durante la lactancia
- Alcohol.
- Exceso de aliños.
- Alimentos flatulentos que pueden provocar cólicos en el recién nacido, como repollo, coliflor, ajo, pimentón, cebolla, rabanitos, legumbres, arvejas, choclo, brócoli y bebidas gaseosas.
- Se debe tener presente que hay que comer varias veces al día, evitando ayunar por más de cuatro horas, a excepción de la noche.