Desde que nacieron mis hijos, no pasa un día sin que me pregunte si "estaré haciéndolo bien" mientras los crío: si los estaré alimentando bien, si los estaré cuidando apropiadamente cuando se enferman, si les estaré dando buenos ejemplos o si mis demostraciones de cariño son las suficientes para que se sientan protegidos y contenidos. Lo único que tengo claro, es que hago lo mejor que puedo con lo que tengo a mano, siempre pensando en que mis hijos crezcan sanos, felices y seguros de sí mismos.
Cómo nutrir las relaciones familiares y cómo aportar a que mis hijos sean felices y posean herramientas internas que les permitan afrontar de buena forma su vida, son preguntas que rondan constantemente en mi cabeza. Y aunque soy optimista, hay momentos en que me siento confundida o mi paciencia flaquea, ¿a qué mamá o papá no le ha pasado?
Por lo mismo, aquí les dejo 5 tips para fortalecer la crianza y bienestar de nuestros hijos, y por ende de la dinámica familiar ¡A mí me han funcionado!
1. Conéctate con ellos
Los niños necesitan sentirse seguros todo el tiempo, y para que ello ocurra debemos proveerles tanto contención afectiva como límites claros y consistentes.
Como padres, nuestra labor es conectarnos con ellos y poder captar e identificar sus sensaciones y pensamientos bajo diferentes situaciones, a fin de poder ir entregándoles el apoyo que vayan requiriendo. Si estamos conectados cada día, entonces nuestros hijos se sentirán contenidos y seguros frente a las diferentes situaciones que enfrenten en la vida.
2. Cuídate a ti mismo y no temas pedir ayuda
"Si yo no estoy bien, ¿cómo puedo cuidar de alguien más?". Como padres, en muchas ocasiones nos ponemos a nosotros mismos al final de la lista de prioridades, sin embargo, pasamos gran tiempo tratando de mostrarles a nuestros hijos la importancia de cuidar de uno mismo. ¿Qué pasa entonces con el ejemplo que les damos?
No temas acudir a tu red de apoyo cuando te sientas sobrepasado, ya que todos necesitamos un espacio para desahogarnos, descansar o simplemente hacer nada. Recuerda que si estamos tranquilos y satisfechos, podremos apoyar a nuestros hijos con el ejemplo.
3. Disfruta cada momento, ¡sin apresurarlo!
Muchas veces creemos que seremos "mejores mamás o papás" si mantenemos constantemente entretenidos a nuestros hijos, llenándolos de actividades.
Pero planificar tantas cosas para hacer en poco tiempo, les quita tiempo y espacio a los niños para ser ellos mismos y expresar lo que realmente sienten o desean. Por lo mismo, generar espacios de tiempo "libre" contribuye a que nuestros hijos se expresen, ya sea verbal o no verbalmente.
Dedica tiempo a jugar con tus hijos, a entrar en sus dinámicas y/o a hacerles preguntas a través de las cuales puedas ir conociendo más de lo que sienten o piensan, mostrando interés y sin presionarlos.
4. Ayúdalo a combatir la frustración
Todos nos hemos visto enfrentados a situaciones frustrantes en nuestra vida, pero hemos salido adelante, de una u otra forma. Aprender a manejar la frustración es una habilidad que debemos enseñarles a nuestros hijos, para que ellos también lo logren.
Si detectas una situación en que tu hijo se sienta frustrado, manifiéstale tu apoyo y empatía, e intenta mostrarle que la calma y tal vez una forma diferente de hacer las cosas, pueden ayudarle. Por supuesto que siempre hay que tener en cuenta el carácter y los límites de tu hijo/a.
Refuerzo positivo: cuando veas que tu hijo/a logra controlar bien una situación frustrante, felicítalo y muéstrale lo bien que lo ha hecho, así se animará a hacerlo la próxima vez.
5. Enséñale a valorarse tal como es y a reírse de sí mismo
Parte de fortalecer la autoestima de nuestros hijos, es enseñarles que todas las personas tenemos defectos y virtudes, y que lo importante es valorarse a uno mismo con todo ello, tal y como se es.
Inventa dinámicas o juegos en que tu hijo/a aprenda de ti cómo reírse de uno mismo y a perder el miedo a hacer el ridículo. Imitar a alguien, bailar, cantar o representar un cuento, son actividades que te pueden servir para estos fines.
También, busca momentos en que los que una situación adversa pueda convertirse en algo divertido y tus hijos aprenderán a tomar la vida tal como viene, sin desanimarse.
Y recuerda siempre divertirte en familia, ya que los momentos felices son los que nuestros niños más atesoran en sus mentes y corazoncitos.