Para comenzar a trabajar con energía, la primera fuente alimenticia es el desayuno, comida capaz de acabar el ayuno nocturno y activar el organismo, con alimentos que contengan proteínas, como los lácteos, hidratos de carbono, como pan integral para aumentar la sensación de saciedad, como también integrar vitaminas y minerales, a través de la ingesta de frutas naturales.
Para continuar con una alimentación saludable durante la jornada laboral, podemos integrar colaciones, acordes a los requerimientos nutricionales de la actividad que desarrollemos; si requiere esfuerzo físico, deben ser más calóricas, si es una actividad de oficina, deben ser más livianas.
Además de una alimentación saludable, la hidratación es fundamental mientras trabajamos, indica la nutricionista de Clínica Bupa Antofagasta, Katherine Bugueño, ya que este elemento "ayuda a las funciones básicas del organismo. Durante el invierno se aconseja consumir infusiones de té verde, rojo y otras variedades, el efecto es doble, ya que tienen propiedades antioxidantes, hidratan, no poseen calorías y aumentan la sensación de saciedad".
Alimentos saludables para comer mientras trabajas
A continuación, la especialista entrega un listado de alimentos saludables que puedes combinar y crear las mejores colaciones:
- Lecha descremada
- Yogurt con cereales o fruta
- Frutas naturales
- Galletas de avena, salvado o centeno
- Cereales integrales, con semillas de chía y linaza
- Frutos secos, como almendras, nueces y semillas de girasol
¿Qué alimentos evitar?
La nutricionista recomienda evitar aquellos alimentos que no contribuyen a la producción de serotonina, hormona que está presente en las neuronas realizando funciones de neurotransmisor, lo que ayuda a la concentración. Entre los productos que debemos evitar, están:
- Alimentos altos en azúcar, como pasteles y dulces.
- Grasas saturadas, las cuales están presente principalmente en la comida chatarra y frituras en general.
- Evita saltar comidas, sobre todo si el trabajo requiere actividad física, ya que este mal hábito puede generar una baja de glicemia.
- No consumas grandes volúmenes de alimentos, esto afecta la producción de insulina, generando el riesgo de generar resistencia a la insulina.