Cuando las calles se llenan de brujas, fantasmas, vampiros, esqueletos, zombies y todo tipo de looks de miedo, significa que llegó Halloween donde grupos de niños salen ansiosos a pedir "dulce o travesura", llenando bolsas con las preciadas golosinas. Pero ¿qué ocurre en el cuerpo si comemos muchos dulces en poco tiempo? La nutricionista de IntegraMédica Yael Toporowicz lo explica.
"Hay varias razones por las que no es bueno excederse con el azúcar en un corto período. Primero, puede provocar hiperactividad y un aumento excesivo de la energía, generando solo deseos de comer dulces. Asimismo, hará que se desplace el horario habitual de sueño, provocando que los niños descansen menos y despierten más irritables. Por otro lado, si un niño come muchos dulces, seguramente no querrá cenar de manera normal, relegando el consumo de alimentos saludables", sostiene la especialista.
Menos es más
En este sentido, Yael explica que la clave es porcionar los dulces y que estos nunca sean el reemplazo absoluto de una comida habitual. "Es decir, que el consumo de dulces no sustituya el desayuno o almuerzo de los niños, porque con esto dejamos de darles los nutrientes necesarios para su funcionamiento, como proteínas, vitaminas y minerales", indica.
Los expertos recomiendan no superar el 10% de energía total diaria en forma de azúcar. "En un adulto promedio, esto sería alrededor de 200 calorías, lo que se podría traducir en 10 a 12 dulces, si es que el resto del día no se consumió nada con azúcares. En el caso de los niños, el cálculo es aproximadamente la mitad, por lo que su consumo no debería sobrepasar los 6 a 7 dulces", añade la nutricionista de IntegraMédica.
Ahora, ¿qué hacer si se nos pasa la mano y queremos regular el índice glicémico? La especialista indica que lo ideal es limitar el boom de azúcares simples con una comida habitual, como la cena, que incluya alimentos ricos en proteínas y fibras, de modo que la curva de la glucemia sea más controlada, y con esto los efectos del exceso de azúcares también.
"Además, hay que tener en cuenta que, tanto para esta festividad como para otras, siempre podemos pensar en otras opciones más saludables, como galletas caseras de avena y plátano, frutos secos bañados en chocolate, pop cakes de avena decorados con coco rallado, trufas caseras y muchas opciones más. Nuestra imaginación es el límite; no hay que quedarse solo con los típicos dulces para pasarlo bien", sugiere la experta.