Comienza el verano y los días nos invitan a sacar el traje de baño para disfrutar de un buen chapuzón o salir de la ciudad a conocer lugares diferentes, experiencias que podemos disfrutar al máximo si adoptamos una actitud preventiva en la vía pública y al bañarnos en piscinas, mar o ríos, ya que son los accidentes por ahogo por inmersión, de tránsito y los generados a consecuencia de la práctica de deportes (fracturas) los más comunes de esta época.
“Los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte en jóvenes. En niños de 1 a 15 años, los accidentes en piscinas son la segunda causa en época estival, por eso es importante que los padres siempre adviertan los peligros, y comprendan la importancia de manejar a la defensiva y enseñar a sus hijos a ser precavidos, esto es fundamental”, recomienda Claudio Oses, médico especialista en medicina de urgencia, de Clínica Bupa Santiago.
Sobre los accidentes por inmersión, Oses indica que la principal recomendación es prevenirlos, a través de la vigilancia y atención a los niños expuestos a ambientes peligrosos, vigilando que existan elementos de seguridad como “barreras o rejas en las piscinas, siempre recordando que éstos no reemplazan la atención y cuidados de los adultos sobre los pequeños. En esta etapa de prevención también es importante que los adultos aprendan a realizar maniobras de reanimación, es una de las cosas que realmente le salvará la vida a los niños”.
¿Qué hacer ante un accidente? Cuando somos testigos de un accidente y auxiliamos a la persona afectada es importante mantener la calma y ayudar de manera correcta, para no aumentar la gravedad del accidente. Siempre debemos considerar que los primeros minutos en que es auxiliada una persona pueden ser cruciales para su posterior recuperación, por eso a continuación el médico de urgencia de Clínica Bupa Santiago indica las acciones a seguir ante:
- Fracturas: Frente a un trauma de este tipo, donde habitualmente existirá dolor severo y posiblemente la zona afectada esté deforme, lo primero que se debe hacer es mantener el miembro inmóvil, dar algún analgésico y llevarlo a un centro asistencial.
- Intoxicación por alimentos: Si la persona tiene síntomas leves, la mayoría de las veces se recomienda aumentar la hidratación. Pero si los síntomas son mayores, como dolor, nauseas, vómitos importantes o diarrea severa, es mejor consultar a un médico que pueda valorar si existen síntomas o signos de alerta que hagan pensar en que necesita algún tipo de examen o medicamento especial.
- Ahogo por inmersión: Si la persona sufre este tipo de accidente lo primero que debemos hacer es sacarlo del agua y ponerlo en un lugar seguro, para luego realizar reanimación según el estado en que se encuentre en ese momento (es importante tener conocimientos previos de reanimación). Llamar a una ambulancia o rápidamente llevarlo al centro asistencial de urgencia más cercano.
¿Cuándo acudir a una unidad de emergencia?
Cuando niños o adultos sufren un accidente grave o presentan síntomas agudos, muy intensos en pocas horas o días, que no se calman con los recursos que habitualmente hay en el botiquín o en casa, la recomendación es acudir a un centro asistencial de urgencia.
Sobre el proceso y atención que recibirá el paciente en este tipo de unidad, el doctor Oses indica que: “En Clínica Bupa Santiago, es común que atendamos en nuestra unidad tanto las Urgencias (no tan graves) como las Emergencias (de mayor gravedad). Sin embargo, siempre debemos hacer una evaluación inicial para poder definir si el paciente necesita una atención inmediata o puede esperar algunos minutos. A veces, si los síntomas son de varios días o son de menor intensidad, es preferible que las personas acudan a consultas de atención ambulatoria”.