El origen del consumo de alcohol se remonta, hace 9 mil años atrás. Fue con el surgimiento de la agricultura que los neolíticos descubrieron que podían convertir sus granos y frutas, a través de la fermentación, en bebidas alcohólicas. Por eso, su consumo -y los efectos en el cuerpo- han sido parte de nuestra sociedad por siglos. Sin embargo, cuando la ingesta es excesiva, puede tener serias repercusiones en el estado de salud, tanto en lo inmediato como a largo plazo.
De acuerdo con el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), el 49% de la población chilena entre 12 y 64 años bebe alcohol en forma regular. Al respecto, el doctor Julián Muñoz, médico general de Clínica Bupa Antofagasta, se refiere a algunos efectos: "El alcohol reduce la percepción visual, disminuye la capacidad de atención y deteriora la función psicomotora, afectando la coordinación y la capacidad de reacción. Si bien el alcohol está muy aceptado socialmente y es parte de la mayoría de las reuniones sociales, hay que poner atención cuando su consumo es desmedido o muy seguido".
Pero sus efectos no terminan ahí: "Adicionalmente, cuando se excede el consumo de alcohol, se produce en el organismo lo que conocemos como resaca, que generalmente se traduce en síntomas como cansancio, debilidad, sed, cefalea, molestia muscular, náuseas, dolor abdominal, mareo, sensibilidad a la luz y al ruido, ansiedad, irritabilidad, palpitaciones y sudor. Comienza luego de despertar y habitualmente dura menos de 24 horas. Sin embargo, cuando estos episodios se hacen frecuentes o muy fuertes, hay que ponerles atención", explica el experto.
Cuándo preocuparse
En este sentido, el experto indica que hay que tener en cuenta que el daño que produce el alcohol es proporcional al nivel de consumo. "Ante síntomas severos, tales como intolerancia alimentaria persistente, pérdida de conciencia, deshidratación extrema o sangrado digestivo, hay que acudir a urgencias, ya que puede tratarse de un cuadro de intoxicación por alcohol", explica. Además, el doctor Muñoz agrega que es importante poner atención a la frecuencia episodios de resaca, ya que, a largo plazo, el consumo de alcohol tiene patologías asociadas como alcoholismo, hipertensión arterial, gastropatías en general, úlceras gástricas, daño hepático crónico y cardiopatías.
"Se ha demostrado que el consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de ciertos cánceres, como el de hígado, colon, recto, gastrointestinal y mama, y tiene consecuencias psicológicas, como alteraciones del sueño, agresividad, depresión, disfunciones sexuales, pérdida de memoria, deterioro cognitivo y posibles episodios de psicosis. Frente a estas señales, es clave buscar ayuda médica oportuna y prevenir", asegura el doctor de Clínica Bupa Antofagasta.
Cómo aliviar las molestias de la resaca
El doctor señala que no existe una cantidad recomendable para beber de forma "segura". De hecho, la única forma de evitar las resacas es la abstinencia, ya que el procesamiento del alcohol es diferente en cada persona y metabolismo. Lo que sí es claro es que, si se va a consumir alcohol, es importante no hacerlo con el
estómago vacío, hidratarse paralelamente con bebidas no alcohólicas y, por sobre todo, beber con moderación.
El especialista agrega que, para la recuperación del cuadro de resaca, lo que se sugiere es hidratarse con abundante agua (no son necesarias las bebidas isotónicas) y continuar con alimentación balanceada a tolerancia. "También, en caso de dolor, se puede evaluar algún analgésico, siempre que no exista contraindicación médica", añade.