Cuando un niño es diagnosticado con diabetes, el rol de los padres o de quienes están a su cuidado es fundamental para mantener su calidad de vida, desarrollarse y realizar de actividades propias de la niñez, ya que la principal recomendación es mantener la diabetes controlada.
Hay 4 tipos de diabetes que son más frecuentes en la etapa infantil. La Diabetes Mellitus Tipo 1 alcanza el 90% de los casos diagnosticados, mientras que la Diabetes Monogénicas o MODY afecta al 5% de los pacientes desde el periodo neonatal. La diabetes menos frecuente es la Diabetes Mellitus Tipo 2 (DM2), al igual que la Diabetes tipo específica (provocada por síndromes, fármacos, endocrinopatias, etc), que afectan solo al 5% de los pacientes.
“La diabetes en los niños se considera más bien una condición de vida que, si se maneja bien, no debería impedirles la realización de nada, como por ejemplo deporte de alta competencia, atletismo, patinaje, entre otras actividades físicas”, comenta Soledad Villanueva, endocrinóloga infantil de Clínica Bupa Santiago.
Entre las características de la Diabetes Mellitus Tipo 1 (DM1), la más frecuente en la etapa infantil, es importante saber que esta enfermedad crónica puede aparecer desde los 6 meses de vida, requiriendo para su control y tratamiento la administración subcutánea de insulina. Sobre los factores que gatillan el desarrollo de este tipo de diabetes en niños, la endocrinóloga da a conocer que “existe una susceptibilidad genética y factores ambientales que la gatillan, actualmente no existe una forma de prevenirla. Se estima según cifras de la Federación Internacional de Diabetes (IDF) que existían 542.000 pacientes menores de 15 años con DM1, al 2015, con un crecimiento anual de incidencia de un 3%”.
Al ser la diabetes una enfermedad crónica provocada por diferentes causas, asociada principalmente a la hiperglicemia (déficit en la secreción de insulina), el control y tratamiento es fundamental, ya que la hiperglicemia crónica (aumento de azúcar en la sangre) puede provocar daño, disfunción y falla en diferentes órganos, particularmente de los ojos, riñones, sistema nervioso, corazón y vasos sanguíneos, a largo plazo en niños.
“Sobre las cifras globales de diabetes en el mundo, al 2015 se estimó que 415 millones de personas, niños y adultos, tenían esta enfermedad y se proyecta al año 2040 que unos 642 millones de personas serán diabéticos”, da a conocer la doctora Villanueva.
Síntomas y complicaciones
Entre los síntomas más comunes provocados por la diabetes, la endocrinóloga identifica los siguientes:
- Hiperglucemia franca, producida por niveles de glucemia por sobre los 200 mg/dl.
- Poliuria, abundante excreción de orina.
- Polidipsia, necesidad exagerada de beber líquidos y baja de peso en corto plazo.
- Polifagia, sensación exagerada de hambre y visión borrosa.
- Retardo del crecimiento y mayor tendencia a desarrollar infecciones.
- Las consecuencias agudas de esta enfermedad que pueden provocar riesgo vital, ocurren cuando una diabetes no es controlada, esto ocurre cuando se produce una hiperglicemia con cetoacidosis o un síndrome hiperosmolar no cetósico.
Entre las consecuencias o complicaciones que puede provocar una diabetes no controlada a largo plazo, las más comunes son la pérdida de la visión (retinopatía), falla renal crónica (nefropatía), y riesgo de desarrollar úlceras en los pies (neuropatía), además de amputaciones de las extremidades.
A nivel cardiovascular, la endocrinóloga hace una advertencia: “los pacientes con diabetes tienen mayor incidencia de desarrollar una enfermedad cardiovascular ateroesclerótica, arterial periférica y cerebrovascular. La hipertensión y alteraciones en el metabolismo lipoproteico son hallazgos frecuentes en este tipo de pacientes”.
Consejos y buenos hábitos para cuidar la salud de los niños
Sobre los hábitos de vida que los padres deben inculcar en niños con diabetes, la endocrinóloga de Clínica Bupa Santiago recomienda seguir estos consejos:
- Deporte en niños eutróficos: Son niños con peso normal (normopeso) a los cuales se les recomienda realizar actividad física por 1 hora, 3 veces a la semana. En niños obesos, el nivel de actividad física debe aumentar a 1 hora al día, todos los días, según recomienda la Academia Americana de Pediatría.
- Aporte nutricional: Es similar al de un niño en desarrollo, con un aporte total de 50% a 55% de hidratos de carbono, del total de calorías diarias. Padres e hijos diabéticos, deben conocer y manejar acabadamente el conteo de hidratos de carbono de los alimentos para el ajuste de dosis de insulina a administrar.
- Manejo de insulina: La endocrinóloga indica que la educación que tengan los padres sobre el manejo de insulina es fundamental, sobre todo en días de crisis de la enfermedad. Es importante que los padres aprendan a ajustar la dosis de insulina cuando los niños hacen deporte, recomendando que “quien esté al cuidado de un niño diabético debe conocer los conceptos de hiperglicemia e hipoglicemia, sus efectos y los tipos de insulina que se debe administrar”.