El 50% de las personas que sufren hipertensión arterial no lo sabe, según ha informado la Sociedad Chilena de Hipertensión, enfermedad que provoca el aumento de la presión sanguínea dentro de las arterias (mayor o igual a 140/90 mmHg), acrecentando el riesgo de sufrir enfermedades de alto riesgo como accidentes vasculares cerebrales, infartos cardiacos, crecimiento y dilatación del corazón. Es importante saber que la hipertensión es una enfermedad que no presenta síntomas, pero alertas como dolor de cabeza constante y zumbido de oídos (tinnitus) son señales que se pueden atribuir a su presencia.
Por lo anterior, es que el diagnóstico precoz a través de una medición de presión es la única manera de descartar la hipertensión, enfermedad que se estima causa la muerte a 10 millones de personas al año, en todo el mundo.
Sobre los grupos de riesgo que están más expuestos a desarrollar hipertensión, Manuel Méndez, Jefe de Cardiología de Clínica Bupa Santiago, indica que “el riesgo es continuo: a más edad tenga el paciente, el riesgo de ser hipertenso aumenta; esta enfermedad no discrimina por género, afectando a hombres y mujeres en igual proporción. Lo más frecuente es que se manifieste a partir de los 30 años, pero cada vez vemos más pacientes jóvenes hipertensos”.
Entre los factores de riesgo que pueden desencadenar hipertensión, los más comunes son: diabetes, estrés, sedentarismo, obesidad, tabaquismo, consumo excesivo de sal y alcoholismo.
Hipertensión, cambio de hábitos y calidad de vida
Al afectar la hipertensión la presión de todas las arterias del organismo, puede desencadenar enfermedades del sistema cardiovascular, como también el normal funcionamiento de otros órganos, según explica el cardiólogo de Clínica Bupa Santiago: “dado que el daño que provoca la hipertensión es sobre las arterias y éstas están presentes en todo el organismo, las lesiones pueden comprometer órganos como los riñones, la retina de los ojos, el cerebro, entre otros”.
Cuando una persona es diagnosticada como hipertensa, debe cambiar hábitos alimenticios y de vida, ya que la hipertensión es una enfermedad crónica, que se puede controlar con “medidas generales como mantener un peso y dieta adecuados, hasta la receta de fármacos, cuyo tipo y dosis deben ser indicados por un médico”, dice el cardiólogo. Además, el especialista explica que el tratamiento debe ser paralelo a la incorporación de hábitos saludables de por vida, como una alimentación equilibrada sin exceso de sal, realizar ejercicio a diario y no fumar.