Disfrutar de momentos al aire libre y vivir nuevas experiencias es parte de los panoramas de verano, jornadas en que realizamos actividad física que nos exigen un esfuerzo físico extraordinario, por esta razón, es que las caídas en verano son más comunes, aumentando las lesiones sobre todo en personas entre 20 y 50 años, provocando caídas y torsiones, generalmente en articulaciones como muñecas y tobillos, las que pueden generar fracturas o esguinces.
“En personas mayores, sobre 60 años, lo más frecuente es la fractura de cadera, seguida de la fractura de muñeca, sobre todo en mujeres por el aumento de la osteoporosis. Esto porque la menopausia inicia un período de descalcificación acelerada y no siempre las mujeres se tratan”, explica Roberto Muñoz, traumatólogo deportivo de Clínica Bupa Antofagasta
Es importante saber que, a diferencia de una fractura, en que las articulaciones y musculatura sufren lesiones graves, un esguince provoca una luxación de las articulaciones, las cuales se desplazan por un breve espacio de tiempo, para luego retornar a su posición original, generando una torcedura articular traumática que se puede generar en zonas como tobillos, rodilla, dedos o muñecas.
Síntomas que diferencian una fractura simple y un esguince
Luego de sufrir una caída o torsión, es muy importante que la persona afectada de a conocer su nivel de dolor y síntomas, ya que esta información es esencial para poder identificar qué tipo de lesión sufrió y los primeros auxilios que necesita.
Esguince: El traumatólogo de Clínica Bupa Antofagasta explica que este tipo de lesión genera una “distención de los ligamentos que protegen o estabilizan una articulación. Lo más frecuente son los esguinces de tobillos”. Los esguinces se clasifican en grados, los cuales son:
Grado 1: En este tipo de esguince solo se genera la elongación de los ligamentos. Sus síntomas son dolor, inflamación y edemas. La mayoría de los casos no requieren kinesiología, basta con un tratamiento de antiinflamatorios y aplicar hielo en la zona.
Grado 2: En estos casos se provoca “una mayor distención con sección parcial de las fibras del ligamento afectado. Duele más, su recuperación es más larga y habitualmente se requiere inmovilización, como también kinesiología”, indica Muñoz.
Grado 3: Son los esguinces más severos, ya que los ligamentos se cortan por completo. En estos casos se realiza una inmovilización de la zona con bota de marcha (ortesis) si la lesión se produce en los tobillos. Este tipo de esguince requiere kinesiología, antiinflamatorios, reposo parcial, apoyo con bastones para caminar y bota.
Fractura: Dependiendo del tipo de caída o torsión, va a ser el grado de lesión que se genere tanto a nivel muscular como de articulaciones, por eso es importante saber que existen fracturas simples y fracturas expuestas (cuando el hueso sale) que son las más graves y fáciles de identificar. “Las fracturas siempre corresponden a una lesión de mayor complejidad y severidad, lo que se traduce en mayor dolor, edema (moretón) e impotencia funcional que un simple esguince”, indica el traumatólogo.
Primeros auxilios
Los primeros auxilios que se deben aplicar para cada lesión dependerán de la zona que esté comprometida, siendo lo más importante observar la extremidad y preguntar al afectado el nivel de dolor que siente.
Esguince: En general, lo que tenemos que hacer es inmovilizar al segmento lesionado. Por ejemplo, si es un tobillo, se puede aplicar una bota, hielo o frío local, además de antiinflamatorios, reposo y elevación de la extremidad. Posteriormente, siempre se recomienda acudir al médico para evaluar cada caso.
Fractura: Se recomienda seguir los mismos pasos anteriores, pero la inmovilización debe ser más rigurosa, porque al ser una fractura, la estabilidad ósea está comprometida. Ante esta lesión, se debe acudir rápidamente a un recinto asistencial de urgencias, ya que la persona puede sentir un fuerte dolor, además de generarse inflamación y equimosis (hematoma) en la zona.
Las lesiones siempre deben ser atendidas
Dependiendo de la severidad de la lesión, serán las consecuencias que puede provocar una lesión no atendida a tiempo por un especialista: “Si la persona tiene un esguince grado 1 o una contusión leve, no habrá consecuencias. Pero si tiene un esguince grado 3 y no lo trata, puede quedar con una inestabilidad crónica de tobillo y eso le molestará por siempre”, confirma el traumatólogo.
En el caso de las fracturas, el especialista indica que existen algunas simples, que solo requieren inmovilización y reposo, tiempo en que el cuerpo realiza su proceso de cicatrización y otras que requieren cirugía, pero será el traumatólogo quien indique el tipo de tratamiento a aplicar, ya que “dejar una fractura “desplazada” sin asistencia especializada puede generar una incorrecta consolidación del hueso (pega en una posición no correcta) generando secuelas a futuro. Se aplica cirugía, cuando son fracturas desplazadas o articulares. Esto se debe realizar “en fresco”, es decir, idealmente operarlas antes de las 2 semanas de evolución, porque después de ese tiempo el cuerpo comienza a “reparar” el hueso y se hace más difícil obtener resultados perfectos”, recomienda Muñoz.