Generalmente cuando hablamos de enfermedades cardiovasculares (ECV) nos referimos a los hombres, sin embargo, contrario a lo que comúnmente se cree, estos eventos son una realidad que afecta tanto a hombres como a mujeres.
El dolor en el pecho es la principal alerta de un posible ataque cardíaco en los hombres, pero los síntomas de las mujeres muchas veces son otros que no se asocian a esta enfermedad, como el malestar en el cuello, mandíbula, hombro, parte superior de la espalda o abdomen, la falta de aliento o vómitos, entre otros. Esta diferencia en síntomas es problemática, porque las mujeres no asocian este malestar al corazón y tienden a llegar tardíamente a las salas de emergencia cuando ya han sufrido daño al corazón.
Juan Alberto Delgado, cardiólogo de IntegraMédica parte de Bupa, asegura que el chequeo oportuno juega un rol fundamental para prevenir eventos cardiovasculares sobre todo en las mujeres, que presentan síntomas diferentes a los hombres y que generalmente no se asocian a esta enfermedad.
Enfermedades cardiovasculares: factores de riesgo
Para anticiparse a una posible enfermedad cardiovascular, debemos poner atención a factores como antecedentes familiares, hipertensión arterial, diabetes, obesidad, sedentarismo y tabaquismo, sobre todo porque la mayoría de estas patologías son asintomáticas. De acuerdo al doctor Delgado, el chequeo oportuno juega un rol fundamental para prevenir eventos cardiovasculares y los actores relevantes para un diagnóstico efectivo son los médicos internista general, cardiólogo, diabetólogo y el nutriólogo.
¿Cómo prevenir una enfermedad cardiovascular?
Es muy importante saber que podemos prevenir responsablemente y para ello, los especialistas hacen las siguientes recomendaciones:
- Mantener una alimentación saludable y baja en sodio, optando por carnes blancas como pescado, pavo y pollo; optar por leche y derivados con bajo contenido en grasa; consumir regularmente alimentos ricos en fibra como frutas y verduras; y favorecer el consumo de legumbres.
- Por otro lado, realizar actividad física, de al menos 30 minutos diarios, con regularidad, permite bajar de peso y mejorar la presión arterial, los índices de colesterol, los índices metabólicos en diabetes y la resistencia a insulina. Además es clave dejar de fumar.