La salud de la piel debe ser nuestro principal foco en verano, ya que aumenta la exposición de la dermis a los rayos UV, sobre todo de zonas que durante el año suelen estar cubiertas. Sobre los efectos que puede producir el sol a corto plazo, estos se caracterizan por generar quemaduras con ampollas y dolor, síntomas que a largo plazo pueden “predisponer a las personas a desarrollar cánceres cutáneos, aparición de manchas y envejecimiento celular”, indica Alfredo Cardemil, dermatólogo de IntegraMédica.
Sobre cuáles son las zonas más sensibles que debemos proteger a diario de los rayos UV, el dermatólogo comenta que “todas las zonas del cuerpo deberían ser protegidas del sol, ya que las exposiciones, tanto crónica como intermitentes, predisponen a diferentes tipos de cáncer”. Por esta razón zonas en como cara, orejas, cuero cabelludo cuando hay menos pelo, escote, antebrazos y piernas, se debe aplicar siempre protectores solares.
Para que el cuidado de la piel en verano sea efectivo, además de la aplicación de protectores solares el dermatólogo de IntegraMédica, Alfredo Cardemil entrega a continuación hábitos que debemos incorporar durante las vacaciones, ya que ayudarán a proteger la piel de los rayos UV en todo momento:
- Protección física: Uso de sombreros de ala ancha y ropa con filtro UV.
- Protectores solares: Su protección dura 3 horas. Para que la protección sea efectiva, se recomienda aplicar alrededor de las 11:00 de la mañana y repetir a las 14:00 hrs, para cubrir el horario de mayor radiación solar.
¡El sol en verano siempre está presente! En días nublados o con viento, a veces olvidamos aplicar protector solar, error que no debemos cometer, ya que la temperatura no determina en nivel de radiación UV: “la radiación está determinada por los rayos infrarrojos del espectro lumínico. Si un día hace frío pero está despejado, puede existir un alto índice de radiación UV, en verano todos los días tienen riesgo”, comenta Cardemil.
En cuanto al tiempo que podemos exponer la piel expuesta al sol, el dermatólogo indica que No existe un tiempo mínimo o máximo de exposición, ya que el daño solar es acumulativo y depende de muchos factores como el color de la piel, genética, latitud, altitud, nubosidad, entre otros. “Cada vez que una persona se expone al sol acumula algún grado de daño solar. El horario de mayor radiación UV es entre las 11:00 y 17:00 hrs. Una buena forma de acordarse del momento de mayor radiación del día es cuando se expone al sol y no se logra ver la propia sombra”.
Para prevenir enfermedades graves a la piel, durante o al finalizar el verano, es importante consultar a un dermatólogo, sobre todo si hemos sufrido quemaduras solares graves, detectado la aparición reciente de manchas color café o negruzco, escamas que no desaparecen, heridas o aumento de volumen en ciertas zonas de la piel, porque ser lesiones premalignas o un cáncer de piel.
Máxima protección para cuidar la piel de los niños en verano
La piel de los niños es más sensible, por eso los adultos que estén a su cuidado en verano deben preocuparse de protegerlos de los rayos UV aplicando protectores solares de manera constante. Sobre los cuidados de la piel que requiere un niño para prevenir el daño solar, Sebastián Cardemil es enfático en señalar que “los niños menores de 6 meses no deben tener exposición directa al sol. A partir de los 6 meses hasta los 3 años se debe aplicar en su piel filtros físicos que son menos alergénicos. El factor del protector solar debe ser 30 o 50 FPS y se debe aplicar 30 minutos antes de exponerse al sol, renovando su aplicación cada 3 horas y después del contacto con el agua. También se recomienda que usen sombreros y ropa con filtro UV”.
Para que la protección de la piel de los niños sea continua, el dermatólogo también indica que luego de salir del mar o piscina, es importante “secarlos con una toalla cuando salen del agua y volver a aplicar bloqueador, en vez de dejar que se sequen al aire libre, ya que las gotas de agua reflejan los rayos solares”.