La asfixia por inmersión o ahogamiento se define como una insuficiencia respiratoria producida por inmersión en un medio acuoso lo suficientemente serio como para requerir maniobras. Según la OMS, en Chile es la segunda causa de muerte no intencionada en niños de entre 1 y 4 años, pese a que el 70% de ellos estaba siendo supervisados por un adulto al momento del accidente. Por eso, Ximena Verdugo, pediatra de la Unidad de Pacientes Críticos Pediátricos de Clínica Bupa Santiago, explica que, aunque debemos priorizar la prevención de estos accidentes, también debemos saber qué hacer en estos casos y cómo reaccionar en los momentos más cruciales.
"La cantidad de agua requerida para ahogarse son 5 centímetros de altura. Bastan 30 segundos bajo el agua y 3 minutos sin recibir maniobras para provocar graves secuelas neurológicas y, en los casos más graves, la muerte. Por eso, es muy importante tener claro qué hacer y mantener la calma, para actuar rápido", dice la especialista.
Lo primero que hay que hacer
● Mantener la tranquilidad y pedir ayuda profesional.
● Sacar al niño del agua.
● Ponerlo en superficie plana y dura, sin quitar la ropa mojada: la temperatura baja es favorable.
● Observar si está consciente y respirando; si es así, ponerlo de lado, en posición de recuperación, y esperar por ayuda de un profesional.
● Si no respira, iniciar maniobras de reanimación cardio pulmonar básica (RCP) hasta que llegue la ambulancia o el servicio de rescate.
Cómo realizar la reanimación
● Verificar el nivel de consciencia: si responde, dejar en posición de lado, cuidando movimientos del cuello.
● Si no responde, posicionar en superficie dura y plana, boca arriba sin hiperextender el cuello.
● Abrir la boca y realizar 5 respiraciones profundas de rescate boca a boca y evaluar en menos de 10 segundos si respira.
● Si no es así, iniciar compresiones cardiacas 30 veces por una ventilación y seguir hasta conseguir respuesta, mientras se espera una ayuda profesional.
● Las compresiones deben ser en el centro del pecho, sin flectar codos, entre 100 a 120 veces por minuto. Si la persona que reanima no sabe dar ventilación boca a boca, hacer solo masaje cardiaco, que será mejor que no hacer nada.
La importancia de consultar
"En los casos en que se obtenga una buena reacción inmediata, de todas formas, es aconsejable llevar al menor a un servicio de urgencias para realizar un chequeo médico que descarte complicaciones", explica la doctora Verdugo.