A través de la lactancia, madre e hijo viven momentos que fortalecen de manera positiva la salud del bebé, cubriendo todas las necesidades nutricionales e inmunológicas del bebé, como también su desarrollo sicológico, ya que el apego que ocurre en ese espacio único, es la base de su capacidad de adaptación y desenvolvimiento a lo largo de la vida.
Entre sus beneficios, cabe destacar que la leche materna está a una temperatura ideal y es libre de gérmenes, por sus componentes nutricionales garantiza el peso adecuado del lactante y aporta anticuerpos para la defensa contra infecciones, reduciendo la reiteración y gravedad de cuadros respiratorios, gastrointestinales y alérgicos.
En cuanto a las etapas de la lactancia y su duración, la pediatra de Clínica Reñaca, Gabriela Costa, recomienda que "lactancia materna exclusiva para los 6 primeros meses de vida y de forma complementaria hasta los dos años o más, debido a que esta forma de alimentación es la más completa y adecuada para un niño".
¿Qué hacer si no puedo amamantar?
Algunas madres durante la lactancia pueden presentar problemas al tratar de amamantar de manera directa a su bebé, siendo común que ante esta dificultad se desalienten y consideren comenzar a utilizar productos lácteos externos.
Para estos casos, la pediatra recomienda no improvisar, ni alimentar al lactante con productos lácteos al azar. "Existen otras alternativas a la lactancia materna, que de igual manera permiten satisfacer las necesidades nutricionales de un recién nacido para su normal crecimiento. En estas circunstancias, el pediatra será quien, caso a caso, sugerirá la mejor opción a seguir", explica Costa.
Alimentos que favorecen la lactancia
Para mantener una lactancia sana, existen ciertos alimentos capaces de generar una mayor producción de leche, aportando nutrientes importantes a la madre y el bebé. Por lo anterior, la especialista recomienda consumir:
- Verduras y frutas, crudas o cocidas.
- Carnes blancas, como pollo o pavo.
- Hidratación adecuada, es muy importante el consumo de líquidos, pueden ser jugos de fruta, sopas naturales, agua o leche descremada.