Durante las 40 semanas de gestación que dura habitualmente un embarazo, ocurren una serie de transformaciones físicas, hormonales y cerebrales que van preparando a las mujeres para el parto. Sin embargo, cuando llega el momento de dar a luz e inicio del puerperio, se liberan de manera abrupta una serie de emociones intensas, las que son importante conocer e identificar.
"Nostalgia, tristeza, sensibilidad, llanto fácil, ansiedad, irritabilidad y cansancio. Estos son los síntomas normales y fisiológicos que se pueden dar en una mujer luego del parto, es decir, que son esperables y parte del funcionamiento biológico del cuerpo. Pueden aparecer inmediatamente postparto o a los pocos días y durar un máximo de 2 semanas. Este período es lo que se conoce como baby blues. Si pasado este plazo se mantienen, hay que poner atención, pues se puede transformar en depresión post parto", explica Sara Minces, ginecóloga de Clínica Bupa Reñaca.
En este sentido, la experta indica que, de acuerdo con los estudios, en Chile la depresión postparto tiene una incidencia entre 8 y 10%, aunque también se estima que está subdiagnosticada en muchos casos. Por esto, sostiene que es importante consultar a un especialista si comienzan a presentarse las siguientes señales de alerta:
● Aislamiento social
● Angustia
● Desesperanza
● Culpa
● No querer estar con el bebé
● Irritabilidad
● Llanto incontrolable
● Pérdida de placer
● Insomnio
Asimismo, explica que existen ciertos factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de este cuadro, como antecedentes genéticos, personalidad perfeccionista, embarazo no deseado, complicaciones en la lactancia, malas experiencias en el parto, entre otras. "Lo importante es saber que la depresión postparto es una enfermedad que debe ser tratada por especialistas en salud mental perinatal, ya que si no se atiende a tiempo puede durar varios años y afectar los vínculos de la persona con su entorno, incluyendo hijos y pareja", enfatiza la ginecóloga de Clínica Bupa Reñaca.