Para nadie es una sorpresa que la prevalencia de trastornos mentales tuvo un aumento considerable luego de la pandemia, producto de la compleja situación que se vivió a nivel general en todo el mundo. Lo que sí sorprende, son los números que revelan el consumo de psicotrópicos sin receta ni supervisión médica, con todos los riesgos que esto implica.
"En los últimos años los casos de depresión tuvieron un alza de 40.6% y los cuadros de ansiedad aumentaron 37.4%, lo que puede explicar el consumo no regulado de medicamentos de esta índole. Para muchas personas, la compra de fármacos sin receta apunta a un rápido alivio sintomático, pero no consideran los efectos que esto puede tener", sostiene Pedro Muñoz, psiquiatra de IntegraMédica.
Los principales fármacos
De acuerdo a lo que explica el especialista, los medicamentos más utilizados en salud mental son aquellos que tienen una función ansiolítica e hipnótica. "A grandes rasgos, tienen como efecto bajar la percepción de ansiedad general e inducir el sueño. En estos grupos de fármacos, el primero de ellos corresponde mayoritariamente a las benzodiazepinas, como por ejemplo diazepam, clonazepam y clotiazepam. En el segundo grupo, están los inductores no benzodiazepínicos del sueño, como zopiclona, eszopiclona y zolpidem", señala el doctor Muñoz.
Ahora, ¿cuáles son las razones que pueden llevar a una persona a la automedicación? El psiquiatra indica que, en general, ocurre que efectivamente hay un cuadro clínico activo, pero que las personas no recurren a un control con un profesional porque se guían por tratamientos antiguos o por consejos de cercanos. "Ocupan fármacos que tienen a disposición o siguen recomendaciones de conocidos que, pudiendo ser bien intencionados, entregan medicamentos sin regulación y con completo desconocimiento de las consecuencias de este uso", añade.
Riesgos de la automedicación
El mayor riesgo asociado a este tipo de fármacos es el uso abusivo y dependencia. "Quienes los usan sin supervisión pueden generar tolerancia, lo que significa que, en la medida que son usados por largo tiempo, el efecto percibido disminuye progresivamente, subiendo la necesidad de usar dosis cada vez mayores para obtener el efecto buscado", agrega el doctor Muñoz.
Por eso, la consulta y orientación médica es clave para elegir el mejor tratamiento psicofarmacológico para la condición a tratar. "Esto implica elegir el mejor fármaco, en las dosis apropiadas y tiempos adecuados de uso. Y esto lleva implícito el hecho de que todo tratamiento tiene una fase de instalación, otra de mantención y otra de modificación o retiro. Este seguimiento en el tiempo disminuye drásticamente las posibilidades de uso inadecuado, abuso y dependencia", sostiene el psiquiatra.