Seguramente muchos de nosotros hemos oído de la importancia de la cadena de frío o de la contaminación cruzada en relación a los alimentos, pero ¿sabemos en la práctica qué se recomienda y qué no? En este 7 de junio, Día Mundial de la Inocuidad y Seguridad Alimentaria, la nutricionista y jefe de alimentación de Clínica Bupa Antofagasta, Katherine Bugueño, cuenta qué hacer para cocinar y cuidar los alimentos de forma segura.
"La cadena de frío es la temperatura controlada dentro de rangos que garantizan la calidad de los productos refrigerados y congelados durante todo su proceso. Es clave respetarla para evitar contaminación o infecciones", explica la especialista.
En este contexto, recomienda que una vez comprado un alimento que requiera frío, éste sea refrigerado o congelado a la brevedad posible. "En caso de que sean piezas grandes, lo mejor es trozarlas antes de congelar para sacar solo lo necesario que se va a ocupar. Al descongelar los productos no se pueden volver a congelar nuevamente. En el caso de productos refrigerados, como lácteos o fiambres, la recomendación es consumirlos según la indicación de su envase, que generalmente son 4 días desde que se abren", sostiene.
La contaminación cruzada, por su parte, es el proceso mediante el que microorganismos o sustancias ajenas se transfieren de un alimento u objeto a otro alimento. "Ocurre por mala higiene, al manipular tanto alimentos como utensilios de cocina, o por almacenarlos de manera incorrecta. Por ejemplo, cortar una carne cruda y luego usar la misma tabla o cuchillo para picar verduras que se ingieren crudas", explica Katherine Bugueño.
La contaminación cruzada se puede evitar manteniendo higiene en el proceso de manipulación, a través de las siguientes recomendaciones:
● Lavarse las manos antes de cocinar y cuando se va a cambiar de una preparación cruda a cocida.
● Idealmente utilizar tablas diferentes para la preparación de verduras y de carnes, si no es posible, sanitizar la tabla entre preparaciones diferentes.
● Lavar utensilios si fueron utilizados para alimentos crudos y serán utilizados para las ensaladas.
● Respetar y mantener la cadena de frío de los alimentos preparados.
● Cuidar las indicaciones de los fabricantes en cuanto a durabilidad de los alimentos, leer las etiquetas de los envases.
● En caso de haber personas alérgicas, deberán cambiarse todos los utensilios usados entre distintas preparaciones que puedan contener dichos alérgenos.
"Es importante mantener estos cuidados para evitar intoxicaciones alimentarias, las que se manifiestan generalmente a través de diarrea, vómitos, náuseas, o taquicardia", explica la nutricionista. Respecto a la limpieza y sanitización de las frutas y verduras, explica que la recomendación es lavarlas bien bajo el chorro del agua, remover la suciedad y escurrir. También, desinfectar con una cucharadita de cloro por 3 litros de agua, no superando los 5 minutos de inmersión, posteriormente enjuagar abundantemente y, si no se consume inmediatamente, refrigerar.
La experta añade algunas sugerencias para guardar los alimentos en el refrigerador. "Por ejemplo, ubicar las carnes rojas, pescados y pollo en la parte inferior, donde hay menor temperatura. En el caso de los lácteos, almacenarlos en las repisas superiores, porque al ser pasteurizados, no necesitan temperaturas tan bajas. Guardar siempre en recipientes lavables o cubrirlos con plástico. Asimismo, a la hora de descongelar carnes o pescados, hacerlo pasándolos desde el freezer al refrigerador", explica.
En este Día Mundial de la Seguridad e Inocuidad Alimentaria, la jefe de alimentación de Clínica Bupa Antofagasta enfatiza la relevancia de recordar este tipo de cuidados en casa, ya que, si bien en el hogar se cocinan alimentos en bajas cantidades, igualmente hay exposición a enfermedades o reacciones alérgicas.