Cuando escuchamos la palabra "dieta" lo primero que se nos viene a la cabeza es pasar hambre, con un día de inicio y uno de término. "Pero, a diferencia de eso, lo óptimo es orientarnos más hacia un cambio permanente de alimentación, a una modificación de conducta frente a los alimentos, a entender que estos nos nutren y que es posible tener una relación más amable con la comida", asegura la doctora Natalia Aybar, médico en Obesidad y Nutrición de Clínica Bupa Santiago.
Según ella, si bien un tratamiento para el sobrepeso u obesidad debiera prolongarse entre tres a seis meses, en el marco del acompañamiento de un equipo médico multidisciplinario, lo importante es tomar conciencia del problema y hacer un cambio de raíz.
"Esas dietas tortuosas que duran pocos días tienen una alta probabilidad de reganancia de peso, ya que son momentáneas, extremas y, la mayoría, desbalanceadas. En los pacientes con obesidad, es súper importante que entiendan que es una enfermedad crónica y que deben mantenerse en controles permanentes", explica.
En este sentido, la Dra añade que vivimos en un país fuertemente agropecuario, con kilómetros de costas, por lo que tenemos muchos recursos para comer de manera saludable. "Lo recomendable es seguir una dieta balanceada y cuidar las porciones. Lo ideal es guiarse por una dieta mediterránea, que se puede chilenizar, con énfasis en proteínas, carnes blancas, pescados, semillas, verduras y frutas, donde ojalá no existan los embutidos ni las carnes muy grasas. Es un tipo de alimentación que pueden hacer nuestros niños y adultos mayores, es apta para toda la familia. Es invitar a comer saludable y rico", añade la doctora.