Salir temprano con bajas temperaturas, mantenernos en lugares cerrados con poca ventilación y el bajo consumo de nutrientes, es una mezcla de factores propicios para el desarrollo de un resfrío, patología de origen viral que durante la temporada otoño-invierno afecta a niños y adultos.
Los síntomas más comunes de un resfrío son “congestión nasal, coriza (mucosidad como agua), estornudos frecuentes, dolor de oído, dolor de garganta y malestar general. Sin embargo, a diferencia de la Influenza, este tipo de resfríos virales no provocan fiebre”, da a conocer Marcia Aguirre, médico intensivista broncopulmonar de Clínica Bupa Antofagasta.
Si ya has sentido u observado algunos de estos síntomas de resfrío en tu entorno, la primera acción que recomienda realizar la doctora es disminuir las posibilidades de contagio, indicando que “una medida epidemiológica básica y fundamental es el lavado de manos constante. Por ejemplo, lavarse las manos después de estornudar, al limpiar la nariz y después de toser. Todo lo anterior disminuye la transmisión de persona a persona”.
Es importante saber que un resfrío común puede derivar en enfermedades más graves, afectando la salud de niños y adultos con cuadros de “amigdalitis, faringitis u otitis purulenta. En el fondo, puede derivar a cuadros bacterianos. Esas enfermedades más serias y deben ser tratados por especialistas” indica la doctora.
5 consejos para prevenir resfríos
La recomendación más importante que hace la doctora para prevenir resfríos es
- Lavado de manos: Debe ser constante antes de comer, cocinar, luego de usar el transporte público, al interactuar con personas resfriadas y luego de toser o estornudar.
- Ventilación de espacios: Contraer un resfrío en lugares cerrados sin ventilación como oficinas o casas, es muy común. Por eso la recomendación es ventilar a diario, sobre todo al comienzo del día, abriendo ventanas y puertas para formar corriente.
- Alimentación saludable: Se recomienda evitar el consumo de grasas saturadas, como frituras y favorecer la ingesta de proteínas, como carnes blancas y pescado. Preferir frutos secos, aceite de oliva y cereales. Integra en la dieta diaria frutas y verduras crudas, contienen vitaminas A, B, C y E que fortalecen las defensas.
- Ejercicio: Se debe realizar mínimo 30 minutos de actividad física diaria, este hábito ayuda a fortalecer las defensas y mantener una condición física sana.