A todos nos ha pasado que, en algunas ocasiones, se nos olvida dónde dejamos las llaves del auto, de la casa o ese lápiz que tanto nos gusta para escribir. Son pequeños recuerdos que borramos inconscientemente de nuestra cabeza, sin embargo, hay que prestar atención si son más profundos o comienzan a ser recurrentes, ya que podría tratarse de los primeros síntomas de Alzheimer o alguna otra enfermedad.
En Chile, se estima que cerca de 200 mil personas sufren algún tipo de demencia, de las cuales alrededor de un 75% corresponde al Alzheimer, una patología neurodegenerativa, cuyo síntoma cardinal es la pérdida de memoria episódica, es decir, la del día a día.
Según el doctor Cristián Neira, neurólogo de Clínica Bupa Santiago, no hay que asustarse cuando uno pierde el celular o se nos olvidan cosas pequeñas sin importancia. "El olvido 'normal' o 'benigno' lo tenemos todos. Sin embargo, cuando las personas se pierden, o se les olvida lo que hicieron el día anterior, hablamos de olvido 'patológico' o 'grosero'", asegura. "En estos casos, se evidencian episodios donde la gente deja la cocina prendida, o casi quema su casa por no apagar la plancha. A pesar de que a todos nos puede pasar una vez, esto se convierte en algo grave si se repite en el tiempo", agrega Neira.
Sin embargo, el especialista de Clínica Bupa Santiago asegura que la pérdida de memoria episódica no siempre es producto del Alzheimer. "la recomendación para aquellos que comienzan a olvidarse de cosas de forma periódica, es acudir a un médico general para que éste lo derive al especialista correspondiente, ya que el no recordar cosas puede ser la punta del iceberg de otro proceso como depresión, ansiedad, anemia, hipotiroidismo, entre otros.
A pesar de que aún no se sabe cuál es la causa principal que desencadena el Alzheimer, componentes como la historia familiar -el tener el antecedente de un familiar directo con EA-, el bajo nivel educacional y factores de riesgo cardiovasculares, son factores de riesgo que ayudan a desarrollarla. Sin embargo, también existen factores protectores, que ayudan no solo a prevenir el Alzheimer, sino que a las demencias en general. "Éstas son el estudio o la capacitación permanente a lo largo de la vida, hacer actividad física aeróbica y la sociabilidad, es decir, dejar el celular de lado y comenzar a leer o conversar con nuestros pares", recalca el doctor Neira.