¿Qué son las hepatitis virales?
La hepatitis es la inflamación del hígado provocada por un agente infeccioso como son los virus, principalmente por virus hepatótropos, que atacan preferentemente el hígado. Alguna de las 5 cepas responsables de la enfermedad son: A, B, C, D y E.
Mientras las hepatitis A y E se transmiten mediante la ingesta de agua o alimentos contaminados, las ocasionadas por los virus B, C y D lo hacen a través de fluidos corporales como la sangre, por relaciones sexuales no protegidas o de la madre al hijo durante el embarazo y el parto.
Las hepatitis B y C pueden llevar a un porcentaje de las personas infectadas a desarrollar con el paso del tiempo enfermedades graves como la cirrosis o el cáncer hepático. En los recién nacidos, aumenta el riesgo de desarrollar una hepatitis crónica.
¿Pueden prevenirse las hepatitis virales?
Actualmente hay disponibles vacunas para prevenir las hepatitis A y B, en el Programa Nacional de Inmunización de Chile (PNI). Desde el año 2005 está incorporada la vacuna contra la hepatitis B (a los 2, 4 y 6 meses de vida) y desde marzo de 2018, la vacuna contra la hepatitis A, a los niños de 18 meses de edad.
Para la hepatitis C, en tanto, no existe vacuna disponible pero sí medicamentos que contribuyen a su curación.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de las hepatitis virales son amplios, desde portadores asintomáticos hasta desarrollar hepatitis aguda y luego crónica en algunos casos dependiendo del tipo de hepatitis contraída.
En la hepatitis aguda pueden incluir:
- Malestar general y dolor de cabeza.
- fiebre
- Dolor e hinchazón abdominal.
- Coloración amarillenta en la piel y en la parte blanca de los ojos.
- Orina oscura.
- Deposiciones claras.
- Náuseas, vómitos o pérdida de peso sin causa aparente.
Tanto la hepatitis B como C pueden no tener síntomas y progresar lentamente, dando muy pocas señales que hagan sospechar de su existencia, de la infección, los que aparecen cuando el virus ya ha dañado el hígado. Entre ellos:
- Hematomas o sangrado que se producen fácilmente.
- Fatiga y disminución del apetito.
- Coloración amarillenta en la piel y los ojos.
- Picazón en la piel.
- Acumulación de líquido en el abdomen.
- Pérdida de peso.
- En etapas avanzadas pueden surgir síntomas como desorientación y somnolencia.
¿Cómo se tratan las hepatitis virales?
El tratamiento dependerá de la causa, y de si se trata de una hepatitis aguda o crónico, y este tratamiento incluye medicamentos y modificaciones en la dieta y hábitos (suspender alcohol, evitar hepatotóxicos). Además, es importante destacar que la infección crónica por virus hepatitis A y B están cubiertos por el GES.