Con el inicio del invierno, las montañas comienzan a preparar sus pistas para recibir a aquellos fanáticos del esquí. Sin embargo, muchos desconocen una de las típicas lesiones que se producen al practicar este tipo de deporte: el pulgar del esquiador.
Se trata de una lesión, que ocurre con mayor frecuencia durante el invierno, donde se produce un esguince en el ligamento que se ubica en la base del pulgar. Jaime Catalán, Jefe de Traumatología de Clínica Bupa Santiago explica que “generalmente se origina cuando la persona se cae de los esquíes sin soltar en bastón. En este caso, el dedo queda enganchado, produciéndose una especie de palanca, donde se daña el complejo ligamentoso cubital del pulgar, alterando la función de pinza y oposición del pulgar”.
El especialista agrega que es un traumatismo que suele ocurrir en mayor medida en gente joven, que es la que más practica este deporte durante el invierno. “Esta lesión puede ser leve, moderada o grave, y puede llegar a producir una rotura completa del ligamento colateral, lo que implica una inestabilidad articular por el ligamento roto. Sin embargo, es reversible y con un adecuado tratamiento, el dedo queda funcionando completamente normal”, explica.
Se estima que el pulgar del esquiador representa el 60% de las lesiones del miembro superior en el esquí y un 17% de todas las lesiones que se producen en diferentes partes del cuerpo durante esta época del año. Para prevenirlas, el especialista recomienda utilizar un equipamiento adecuado, prepararse antes de practicar cualquier deporte y, para el caso del esquí, soltar el bastón al momento de una caída, esto disminuye la posibilidad de que esta lesión ocurra.