Blanqueamiento dental e higiene bucal diaria

La sonrisa comunica alegría y es nuestra primera carta de presentación. Para cuidar su aspecto, hoy existen tratamientos capaces de borrar las marcas del tiempo y recuperar su tono.

Porque sonreír es el acto positivo más contagioso del mundo, para hacerlo con confianza y no privarse de una buena carcajada, cada vez son más las personas que recurren al dentista por razones estéticas.

Es así como el blanqueamiento dental se ha convertido en un tratamiento muy efectivo para quienes solo buscan obtener un tono más claro en sus dientes, ya que el blanqueamiento dental se justifica y se realiza sólo con fines estéticos. No es algo médico, porque no soluciona ninguna enfermedad odontológica. 

En cuanto a los resultados visibles del tratamiento, estos pueden ser inmediatos si se realiza en una consulta dental y se aplican aclaradores fuertes. En cuanto a la duración total de un procedimiento de blanqueamiento, este puede llegar a durar hasta 4 años aproximadamente, si se mantiene una buena higiene bucal.

Con respecto a los cuidados posteriores del tratamiento, el odontólogo advierte que después de blanquearse los dientes se puede producir sensibilidad dentaria, por lo que se recomienda evitar alimentos muy fríos o calientes, además de no consumir líquidos que contengan pigmentos o colorantes.

En cuanto a las personas que no pueden realizarse blanqueamiento, está comprobado que los productos que se utilizan atraviesan la barrera placentaria y pueden traer consecuencias. Por otra parte, cualquier paciente antes de realizarse un tratamiento de blanqueamiento dental, debe ser evaluado, ya que si posee algún problema en sus dientes puede ser riesgoso realizar este procedimiento.

¿Cómo mantener una buena higiene bucal?

  • Cepillarse luego de cada comida.
  • Usar un cepillo blando o medio.
  • Utilizar seda dental.
  • Cepillar más prolijamente en la noche.
  • No es recomendable usar pastas blanqueadoras más de dos veces a la semana, ya que dañan el esmalte dental.
  • Usa enjuagues autorizados por el dentista.