Cuando los más pequeños de la familia no pueden dormir, es importante que los padres los ayuden a desarrollar buenos hábitos desde temprana edad. El cómo hacerlo es lo que explica la neuróloga de IntegraMédica, Marisol Avendaño.
"Los niños tienen sueños desde muy temprana edad y los tienen en la fase denominada REM o fase activa del sueño, que se caracteriza por movimientos oculares rápidos de los ojos. En esta etapa, un alto porcentaje de menores sueña", cuenta la especialista. Los sueños para los pequeños se inician a eso de los 2 a 3 años, pero sólo como una imagen y luego como historia con una trama. A esa edad los pequeños pueden confundir los sueños con la realidad, pero ya a eso de los 5 años comienzan a tener sueños de forma progresiva y donde se reconocen como espectador.
Problemas a la hora de dormir
"El sueño de los niños se puede alterar por trastornos denominados parasomnia, que son más frecuente entre los 4 y 8 años de edad. Además, suelen desarrollase en el primer tercio de la noche", explica la especialista de IntegraMédica.
Problema
Según Marisol Avendaño, en estado de parasomnia el niño está con los ojos abiertos, con miedo, grita o llora. Es un estado de aparente vigilia, pero en realidad no lo es.
Recomendación
Acomodar al niño en la cama y tratar de que vuelva a dormir tranquilo, no se debe intentar despertarlo y tampoco hablar del suceso, ya que al día siguiente no tendrá recuerdo de lo ocurrido.
Problema
Las pesadillas ocurren el último tercio de la noche y sí hay recuerdo de ellas, aclara la neuróloga de IntegraMédica, y pueden reflejar alguna circunstancia de estrés vivida por el niño o también se relacionan con algo visto en la televisión o el computador.
Recomendación
Que los niños no utilicen aparatos tecnológicos antes de dormir y en el caso de que ocurran pesadillas recurrentes, hay que pedirle al menor que relate lo sucedido, para procesarlo y ayudar a superar el miedo que lo invade. El adulto debe contenerlo, acercarse a él, pero no cambiarlo de cama.
Por último, la doctora aconseja que es importante desarrollar una rutina antes de dormir, como "comer liviano, tomar un baño corporal, usar ropa adecuada a la estación, contar con una habitación con luz baja, que haya silencio o música relajante. Los padres deben despedirse e irse, para que el sueño sea lo más grato posible", recomienda Avendaño.